domingo, 22 de abril de 2012
Dicen que la
felicidad está en muy pocos momentos de nuestras vidas, pero que cuando está, te
hace grande, te hace único y te hace ver que no hay problemas que no se puedan
arreglar con una simple y sincera sonrisa. Pero advierten que sin ella todo es
un verdadero desastre, que nos sentimos vacíos, sin fuerzas ni ánimos para
continuar caminando. Que todo lo vemos oscuro y que el camino está lleno de
obstáculos que no somos capaces de evitar. Yo les digo que debemos de aprender
( y me incluyo) a saber aprovechar cada día y cada minuto, porque es
irrepetible y nunca volverá a nosotros, y olvidar las cosas que no nos dejan
ser del todo felices. No regalar sonrisas ni buenas palabras a aquellos que no
se las merecen y no perder el tiempo en cosas que sabemos que no necesitamos y
que tampoco queremos, que son meros caprichos tontos. Ya saben amigos, esto se
acaba y tan solo acaba de empezar…
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